Después de casi dos años, vuelvo a publicar en este blog. Los invito a que lean este post que escribí en mi muro de facebook.
AMIGOS, ARGENTINOS...
Estando a un par de días de las elecciones generales que podrían definir el próximo Gobierno y la composición del Congreso, quiero compartirles una pequeña reflexión. Pequeña no por la extensión, sino porque sale de un simple ciudadano argentino, y que no vale ni más ni menos que cualquiera de ustedes.
Me parece que los tiempos, políticamente, son complicados. Creo que estamos cayendo en viejas antinomias con maquillaje nuevo. Desde los medios nos quieren hacer creer que se trata de la continuidad de un modelo que lleva años generando y favoreciendo una grieta entre nosotros, y por el otro nos ofrecen uno u otro candidato para sacar a quienes están en el poder desde hace años. Nos dicen que se trata de elegir al menos peor, pero con palabras endulzadas.
Lo que más me duele es que con el advenimiento del día clave, los errores que no se le perdonan a algunos (haciéndolos caer en las encuestas esas muy mal hechas y muy mal interpretadas en los medios), parecen favorecer a quien se planta desde la vereda oficial (aún habiendo estando en una situación de falencias éticas enormes), o bien, "levantar" en los números a un candidato al que en sus propias filas encuentra deserción y ya demostró ser un burlón de las idiosincracias regionales (les suena el "tajaí"?). Aclaro: errores políticos (en la delgada línea de la ética y el delito), faltas a las instituciones democráticas por desacuerdos con ciertos procedimientos (como el medio constitucional para exponer y discutir propuestas), no deben ser perdonados, si fuera tal la impresión que dio el párrafo anterior.
Ahora recibimos un bombardeo permanente de aquellos "contras" que juegan con eso de que "votar a tal favorece al oficialismo", "hay que votar a este para que no ganen los mismos"... yo pienso, con mucho dolor... dónde queda el respeto a la voluntad de cada ciudadano? dónde queda el respeto a la ideología?
El simple hecho de que un sistema electoral deplorable perjudique a algunos partidos y frentes que no supieron armarse correctamente y presentaron una estrategia fallida, es motivo para que minimicen las intenciones de los que ahora nos vemos en minoría?
Yo no quiero que me gobiernen los "hijos bobos" del menemismo, no quiero que me disfracen sus discursos con esto del "pragmatismo". Lo que se hace es lo que uno acuerda entre su intención, capacidad, e ideología; por eso, quién puede hablar de "pragmatismo" sin la necesidad de reconocer estas características en los candidatos que se muestran con más chances?
Nos creen tan estúpidos como para prendernos en ese juego de poder que se disputan los liberales? Nos creen tan estúpidos como para pensar que aglomerar nombres bajo una propuesta vacía podemos encontrar una solución a los problemas del país? Nos creen tan estúpidos como para creer que el oficialismo va a ser exactamente más de lo mismo? Nos creen tan estúpidos como para no darnos cuenta que un modelo que lleva tantos años en el poder no sólo no es sano para la República, sino que tampoco es justo a juzgar por los resultados? Nos creen tan estúpidos como para dejar de lado nuestras más profundas convicciones, las que nos definen, las que nos hacen ser quienes somos, y darle los votos a uno o a otro sólo para cambiar o reforzar el gobierno en función de lo que nos quieren imponer?
Con mucho dolor, mucha pena, creo que vivimos en una sociedad estúpida. Sí, no lo tomen como algo personal, pero creo que muchos de ustedes son estúpidos. No por el hecho de elegir tal o cual candidato, sino por dejarse llevar por semejantes falacias que sólo van a causar el detrimento del Estado. Y la traición a algo que deseo siempre que todos tengan, pero hoy dudo que sea así, y me refiero a la integridad. Ojo, felicito al que vota con convicción, pero cada vez son menos; lo que hay es oportunismo, revanchismo, fanatismo, odio.
Si nos minimizan las ideas, cercenan los pilares de la Democracia que tanto nos costó conseguir (y que, en circunstancias totalmente distintas, nos cuesta tanto sostener).
Gane uno o gane otro, lo único que deseo es que a la hora de proclamar al próximo Presidente electo, cada uno de nosotros, más allá de la algarabía o frustración que le genere, pueda tener la satisfacción de haber sido fiel a lo que cree y no a los que nos quieren imponer desde un sistema que se mantiene gracias a la desinformación y el antagonismo de aquellos que elige como exponentes.
Nos hablan del cambio, y nos hablan de profundizar los cambios. Nos hablan como si a la Argentina hubiera que volver a arreglarla a cada período. Nos hablan como si a nuestro país hubiera que refundarlo una y otra vez. Y esto nos pasa porque vamos perdiendo la capacidad de análisis, la capacidad de crítica y asociamos todo a las estupideces que vemos en los títulos de los diarios, noticieros y programas de opinología moderna, donde nos quieren hacer confundir cualquier opinión (válida per se) como calificada.
Escuchamos o leemos las palabras de los candidatos "principales" que apuestan a lo motivacional, a lo individual, o a los extremos. A eso nos condujeron, a no tener propuestas para cuestionar, y las que por casualidad escuchamos o leemos, asustan. Cómo hicimos para llegar hasta acá? En qué momento se rompieron los límites de la lógica y de la ética? No aprendimos nada en dos siglos de historia? No aprendimos nada de la historia de los países del mundo? No aprendimos nada de lo que nuestros padres y abuelos pasaron?
Nos hablan de unidad... qué unidad quieren? Si desde el oficialismo la unidad significa agachar la cabeza y seguir liderazgos ya obsoletos y descalificados, sin respeto a la diversidad de opiniones e ideas; y desde la oposición, la unidad significa aglomeración sin respeto a la identidad y pertenencia ideológica.
Ésto no es la Argentina que queremos. Es muy probable que después de esta elección, tampoco tengamos la Argentina que queremos. Pero sí creo que vamos a tener la Argentina que merecemos. No yo, no puedo ser tan hipócrita y falso de creer que pertenezco a una mayoría estúpida, porque este es uno de mis humildes intentos por compartir lo que creo como una verdad más allá de lo expuesto. Pero sí la Argentina que merece nuestra sociedad estúpida, que lamentablemente es mayoría, y tengo que aceptarla como tal.
Estoy seguro de que podría agregar diferentes argumentos para sostener mi postura, pero me parece suficiente hasta acá. Mi intención es que puedan ser sinceros con ustedes mismos, no quiero ser tendencioso como justamente los medios que estoy criticando.
Si ésta publicación los ofende, espero que me disculpen, no es mi intención. Por mi parte yo espero que ustedes me pidan disculpas cuando este sistema triunfe una vez más, y mi sueño y mi esfuerzo de una mejor Argentina haya sido pisoteada porque ustedes eligieron seguir el juego que nos quieren imponer.
Si leyeron completa mi publicación, les agradezco, y me gustaría que escuchen lo que sus convicciones les digan, no lo que nos bombardean desde los medios. No pido mucho, sólo que voten con convicción, al que sea, al que crean mejor para el país, al que consideren digno de llevar la banda y el bastón presidencial, sin forzarse en un convencimiento vacío, sino porque realmente estén seguros. Voten un candidato que realmente quieran que pase a la historia a la altura de Irigoyen, Perón, Frondizi, Illia o Alfonsín, y no nefastos como algunos de los últimos que padecimos, como Menem o De La Rúa.
Como siempre, si existe respeto en la exposición de ideas, todos los comentarios son bienvenidos. Si comparten esta publicación, les pido que por favor, me etiqueten, quiero saber qué piensan no sólo ustedes, sino también los demás. Gracias.-
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